Parece que te quedas
a lo lejos parece que llegas
que te atreves a pesar del miedo
de la incertidumbre
de tus primeros pasos.

Y sólo temo tu miedo
y quiero hacerlo bien
con calma y que nuestra coincidencia
se vuelva nuestra circunstancia.

Parece que en ti
estoy yo, que me elegiste
que me quieres.

Y quisiera ser tu lugar y destino
tus alas y tu razón
y dártelo todo.

Parece que cedes que te abres
abarcas cada vez más espacio
más tiempo, más corazón.

Y te quiero
y deseo que no termine
y te deseo como no hacia hace mucho.
Parece que no tienes cara de mi futuro
y sin embargo, si de mis presentes.

Te miro y te deseo
de incandescente mirada
nace este fuego verde que me consume
y se aloja en mi pecho desesperanzado.

En el negro absoluto de tu pelo
se pierden enredadas las esperanzas
de tenerte siquiera cerca.

Admiro tu embrujo
tu hechizo de amor inocente
tu tino certero con estoques verbales
que hieren más cada día
quisiera que el perfil perfecto
de tus labios, articulara por lo menos
un indicio de ti, de tu corazón.
Pero espero, impaciente
casi en la desesperanza de que tu
un día, con algún pretexto
te adueñes de mi.

Serás canto de mil voces
que deleite mi infringida somnolencia
y que despierte el deseo de desearte
mientras me pierdo en las luces
de un estático caminar a casa.

A tu pecho que es guarida
y cárcel de puerta abierta
de claustro voluntario
añorando libertad
cántico de mil estrellas
de luna tímida y desconcertante
de fama degollada
e incertidumbre proclamada
a mil silencios de la realidad
sordo, ciego, mudo, inerte
castigado en esa cárcel de mil
secretos laberínticos
buscando la salida, buscando
tu encuentro por lo menos
efímero.

Uno, dos, tres
y al cuarto compás se rompe el encanto
repentinamente todo se vuelve
inalcanzable, irrepetible, inexplicable.

El péndulo como siempre, regresa
rompiendo a su paso todas las barreras
todos los obstáculos.

De las manos nunca se escapó una caricia
de su boca, un te quiero
sólo quedó en sus ojos una lágrima
en su nariz, su humor
y en sus oídos el sonido
de sus pasos al marcharse.

Cuando se me olvide mi yo
sopla un tú, en mi oído
cuando no sienta mi dolor
mi dolor
mi dolor
mi dolor
mi soledad
sopla tu presencia en mi vida
acaricia mi alma y ayúdame
a volver a mi
encontrarme
reconocerme
sufrirme
saberme
Cree en mi…

Sacrificando su alma, dio su ser a la tierra
y en ella yace esperando ser liberado
el hombre del volcán.

El hombre del volcán unió su ser a la tierra
ella le brindó cariño y protección
cubrió sus heridas con el polvo del universo
y fue lo único que satisfizo su pasión

Sufre y se desangra cuando así el lo prefiere
sólo para llenarse de la tierra otra vez.
Ama al mar que ve a lo lejos
y espera que algún día su roce lo acaricie
Monta en cólera al ver lo que el destino le ha deparado
y descarga su furia.

El Hombre del Volcán sufre, ama, llora
espera. Solo, sólo espera.

Se me antoja beberte
absorber de tu ser
tu esencia y que seas tu
en mi
lívido, impresionante
niño de mil edades
y formas.
Dueño de mis horas
verdugo de mis huidas
vertedero de sentimientos
corazón.
Caballero con armadura de sueños
indómito en tu mansedumbre
lleno de vida y contrastes
de matices y asperezas.
Sabio e ingenuo
ignorante de tu propia fuerza
con poderosos arranques
y ternura a flor de piel.
Se me antoja tu presencia
y que seas y eres
ya eres.

No puedo pretender
que sea cierto
que sin mi reflejo
en tu mirada
yo no exista.

Sin embargo me gustaría
que lo fuera
y dejarte la responsabilidad
el reflejo
y que pensaras dos veces
antes de parpadear.

No puedo negar
lo dulce que sabe
tu presencia en mi vida
y regalarte mi espacio
y mis espacios
existir en y a través
de ti.

Pero no es el reflejo
no soy reflejo,
soy presencia que teme
su origen,
su génesis
por no encontrar
quien me refleje
y así, me deje verme
a mi mismo.

Vas, estás, vienes o te vas
creo, no se en que
a ciencia cierta
pero creo aún.
Si sólo supieras
el poder que puedes
encerrar en tu puño.
Vas, estás, vienes o te vas
ve y conquista,
descubre, enmienda
aún es tiempo
ven y toma
abarca, apodérate
y no te vayas.

Y vienes sin estar
y llegas sin lugar
y te espero sin tener
y te tengo sin esperar
y cuando sonríes todo lo demás
desaparece y abarcas nada.
Habitas los cuartos vacíos de mi cuerpo
llenando los espacios de mis horas
y eres y no
y soy y no
No somos nada más allá
que las ganas saciadas y compartidas
no somos más que encuentro
efímero y cívico, decente
somos pasión en lapsos
éxtasis fugaz con caducidad
de horas
y llegas y abrazas y sientes
y me elevas y sublimas y redimes
y te vas sin haber venido
y dejas el lugar al que no quieres llegar
y tienes sin espera
y yo te espero sin tenerte.

Por tu empeño y tu interés
por tus palabras nerviosas y suaves
por ir, llegar y a lo mejor quedarte
por tu valor y osadía.
Por tus manos
y tus ojos que hablan
por tu sonrisa después y durante
el sexo.
Por tu complicada sencillez
y tu tímida humildad
por tu fuego y tu miedo.
Por atreverte y por atrevido
por jugártela o no
por todo, por esto y por lo que viene
por cierto… gracias.

Entre tanta pregunta
y tanta incertidumbre
lo mejor sería que no fuera
todos lo dicen.
Pero me niego
a tomar la mejor opción
no se de cierto
por qué me resultas
una maravillosa complicación.

Con tu olor todavía en las sábanas
trato de convencerme
que ya no estás
trato de no repetir
más de cinco veces
tu nombre
imagino que
ya no te imagino
y no me gusta la imagen
en fin, el fin.

A veces cercano
generalmente oculto
esperando siempre el momento
de tocar la fibra precisa

Con la esperanza de que
tu fuego y mi fuego
se conviertan en el más dulce
de los infiernos.

Apareces ahora
precisamente ahora
detonador irreverente
que con finos movimientos
te das a desear
deseándome.

Yo ya llore hace mucho tiempo tu muerte
y celebré tu llegada
y bendije tu presencia
y maldije tu partida.
Ya hace tiempo aprendí tu desden
y viví en la angustia del mañana
anticipando tu rechazo futurista.
Hace mucho te vi partir
o simplemente dar la espalda
anticipé tus palabras
y me di el lujo de ignorar tus comentarios
yo ya te sufrí
te sufrí sin saberte
te sufrí con la delicia de la anticipación
y te amé sin conocerte
y canté en tu honor todo tipo de canciones
miré siluetas de humo transformadas en ti
y coalicioné nuestros universos distantes
y seduje tu fantasía
y fuiste en mi, sólo en mi
e imagine nuestro encuentro
y bebí de tu pasión
y te di toda mi carne y todo mi corazón
y te amé sin tenerte
ambicioné sin certeza
¿y dónde estás?
¿Dónde esta mi futura salvación?
y te dejé de añorar
y te empecé a extrañar
mientras lloraba por tu muerte
hace mucho tiempo.

Esperanzas que caen finalmente al suelo
ya no existe algo porque vivir o porque gritar
las lágrimas ya están secas y convertidas en sal
sólo cuando me piensen… solo.

Cuando me piensen
apareceré en el onírico mundo de su fantasía
viviré alimentándome de un sueño ajeno
dormiré sobre las angustias haciendo que desaparezcan
me hablaré de tú con el alma.

Cuando me piensen
caminaré sembrando huellas en el corazón
jugaré entre los velos de la mente
sabré la verdad y la mentira.

Confiar en mi ya no puedo,
el corazón está ahora al mando
vuelve a correr por mi ser, la vida
que algún día yo ya hacia perdida.

Miedo de entregar y entregarme
el pasado aparece rasgando otra ves
haciendo que el recuerde lo que alguna ves sentí
temor de pensar y que me piensen.

Cuando me piensen
ojala sean pensamientos sinceros
que no existan dudas ni temores
que la imagen de mi, sea espíritu
si no, que no me piensen.

Si la vida apremia
y no es vanidad y humo
me encontraré con ese alguien
que algún día soñé.

Pañuelos caerán sobre mi rostro
empañando las facciones de la vida
poco a poco iré desapareciendo
Solo… hasta que me piensen.

Arde una eternidad
por el daño que me hiciste
que parta un rayo
tus recuerdos en mi mente,
el viento jugará
a hacer remolinos con tus cenizas.

Quisiera desangrarme
que mi corazón no bombeé
sangre contaminada por ti
abrir llagas por donde pasaron tus manos
olvidarte para siempre.

Gotas de sangre
de odio, de amor, de decepción, de pasión
que se mezclan y diluyen con las lágrimas
aquellas que en indiferentes ocasiones
derramé por ti.

Juré no volver a llorar por ti
y veme ahora estoy sangrando
he roto la promesa que me hice
finalmente y como siempre no ha valido la pena.

Anhele siempre la serenidad con la que hieres
pero sólo porque la veía desde fuera
ahora parece que la misma frialdad que admiraba
hiere mi ser y congela mi alma.

Si el pecado fue quererte sólo para mí
soy culpable sin duda alguna
si ayer deseé tu cuerpo y tu alma
hoy sólo deseo tu indiferencia.

Y si algún día nuestros caminos se vuelven a encontrar
ya no tendré que fingir que te quise
demostraré la frialdad que habrán alimentado los años
y ojala que no tengas arrepentimientos.

Pues si a pulso ganaste mi desprecio
ahora gózalo pues es obra
de tu continua perseverancia.

Poco a poco se fue acumulando,
por fin, ya en el borde,
sin fuerza se dejó caer,
primero resbalando lentamente,
recorriendo lentamente ese terreno tembloroso
hasta llegar a su límite,
otro límite, pero esta vez no se detuvo,
se soltó.
La caída fue larga y angustiosa,
todo hubiera sido en vano
si el destino no hubiera unidos sus manos,
al llegar al fondo, su triste final,
sólo quedó el recuerdo
un poco de humedad
y la huella de lo que en algún momento fue.

Quiéreme, quiéreme, quiéreme
no digas que me amas sin antes quererme
no me digas que me deseas si no me quieres
no me prometas nada si no prometes quererme
no me ofrezcas nada, antes de ofrecerte.

Quiéreme, quiéreme, quiéreme
que necesito de tus ganas para ser
que necesito ser presencia
antes que amor
que necesito que me quieras.

No se ser, sin ser querido,
no se estar, sin ser presencia
que no me puedo quedar, sin haber llegado.

sigues lejos, sin quererme,
sigo aquí, sin ser presencia
vivo sabiendo que no existo
que no soy, que no me quieres.

Háblame de tus sueños
aquellos en los que por fin encuentras la paz
siempre anhelada.
esos en los que sin necesidad de alas
te elevas por los cielos
sueños en los que me ves tan real
como yo quisiera ser.

Háblame de tus recuerdos
aquellos que al revivirlos hacen
que te sonrojes
esos que en ocasiones te hacen llorar
recuerdos en los que abrazados te dije
te quiero

Háblame de tus pensamientos
aquellos que te hacen ser así,
como eres
esos que nacen cuando me ves de lejos
pensamientos de lo que seria el futuro
conmigo.

Háblame de tu libertad
aquella que al final nos unirá
por siempre
esa que sentimos al hablarnos y al besarnos
libertad compartida.

En el obscuro silencio
sus alientos se entrelazaron
aún antes que sus cuerpos
mezclándose, acariciándose
regresando a sus cuerpos
impregnados de la esencia del otro
obligándolos a continuar
el exquisito ritual de Eros.

Devorando detalles avanzan
sólo para regresar
y confirmar el palpitante sabor
de la lujuria en sus bocas.

Ya no besan sólo cuerpos
y el aliento deja de ser aire
para convertirse en universo.

El brillo de sus ojos se convierte
en parpadeante faro que los guía
uno hacia el otro
un aviso vano
el fin, es dejar que sus cuerpos
se estrellen en el arrecife
de su inexorable pasión.

Uno oliendo su reencarnación
en el cabello del otro,
el otro tocando el cielo
en la vastedad de uno
dejándose llevar en ese vaivén
de humores, sabores
sensaciones.

Llevando el ritmo del universo
a exuberantes magnitudes
en su amor la tierra se preña
el aire rosa
el fuego arde con furores espirituales
el agua en su humedad se regocija.

Hasta que los sentidos, cuerpos y universo
chocan en una mágica explosión
celebrando el milagro mismo de la vida
dejándolos en éxtasis
revelando de lo que realmente
se trata lo divino.

Por que te amo de golpe
sin aviso, sin previa cita
te me escapas de repente
¿a dónde vas?
ahora ¿Qué corazón restauras
entre tus manos?
No importa, importas tú
tu infinita mirada que lleva lejos
tus manos que acarician, siempre
tus labios que delinean la esperanza
tu cuerpo que transporta tu alma
siempre me pregunté por qué no te tenia.
Porque te amo de golpe
sin aviso, sin previa cita.

Si vieras como te veo
y siquiera quisieras
entender lo que siento
no tendrías esas dudas.

Si pudieras a veces
llorar con mi llanto
y sufrir mis alegrías
añorarías tus superfluas tristezas.

Si quisieras a horas
dejar sentir mis caricias
y ahogar mis suspiros
bajo la piel erizada de tu cuerpo.

Si dejaras atrás tus pensamientos
y te dejaras sentirme
sabrías lo que pienso
Si tan sólo entendieras
lo que te entiendo
y te vieras como te pienso
y pensaras como te veo
entenderías
como te sé
y te siento.

Desnudarte
poco a poco
sin prisas
Observar
todo tu ser
ir instigando el deseo
la pasión
el sexo.
Acariciar lentamente tu pecho
recorrerlo
todo
besarlo
morder tu cuello, tus hombros
desaparecer el frío
a cambio, ese calor tembloroso
Desear cada milímetro de tu cuerpo
rozarlo con mi propio cuerpo
y que ese roce erice mi piel
en cada movimiento
y al compás del universo
tomarte
en esta unión desesperada
licuarme en tu humedad
inundarte con la mía
empañar los sentidos
con el bao de nuestra
inmensurable pasión.

Cuanto sufrimiento
cuanta falsedad
que poco el compromiso
que tan poco y pobre el recuerdo.

Cómo explicar el pasar del tiempo
cómo explicar el sentimiento
que involucra un recuerdo
con qué entender al amor.

Mirar atrás y querer regresar
ver el futuro, y no querer avanzar
idear la manera de engañar al sentimiento
expresar, expresarse, dejar que se exprese.

Caminar a tu lado y no seguir tu paso
latidos de corazones a destiempo
dedos que se entrelazan y que la memoria confunde
tenerte y no desearte
desearte y no tenerte.

Ayer no llegó a mi tu recuerdo
se confundió tras las horas del día
escondido en los quehaceres de la distracción
luchando contra las ideas para sobresalir.

Ayer no sufrió mi alma
se distrajo y no dio tiempo al tiempo de la razón
viajó por universos no afines con el tuyo
creó y se regocijó fuera de ti.

Ayer no lloraron mis ojos
no encontraron tu recuerdo
no vieron tu imagen al partir
sólo miraron con esperanza
tu reemplazo.