Hoy tu mirada se me antoja a desprecio
ya en ti, no existen rastros de mi
la luna ya no se refleja en tus ojos
y mi pobre corazón…

Si tan sólo hoy, me concedieras un deseo,
anhelaría que me quisieras
o tal vez tan sólo pediría una fugaz mirada
y si es demasiado, ser tan sólo un difuso recuerdo.

Un breve y torpe paso en tu vida,
o a lo mejor, un abrir y cerrar de tus ojos
una cicatriz que al menos hable de mi
cualquier reflejo en tu espejo.

Un fresco trago de agua
que refresque tu alma por algunos segundos
cenizas del fuego de tu mirada
ardor de paso, que muere al alba.

Andar de tus pasos infinitos
hacia el camino desigual de nuestras vidas
canto, en tus labios
y que aprendiese a cantar el mundo.

Si me concedieras un deseo
desearía tenerte conmigo
si me concedieras un deseo
desearía no desearte tanto.